La realidad de las decisiones difíciles
“Lejos de ser fuente de agonía y terror, las elecciones difíciles son oportunidades preciosas para celebrar lo especial de la condición humana, que las razones que rigen nuestras elecciones sean correctas o incorrectas a veces se agotan, y es aquí, en el espacio de elecciones difíciles, que tenemos el poder de crear las propias razones para volvernos las personas singulares que somos. Y por eso las elecciones difíciles no son una maldición, sino un regalo del cielo.” — Ruth Chang
¿Cómo ejercemos nuestra autonomía a través de las decisiones que tomamos? ¿Por qué es tan difícil elegir un rumbo concreto, sea cual sea el ámbito?
Si has estado en la encrucijada de tener que escoger entre dos trabajos, sabes lo difícil que puede ser tomar la decisión “correcta”. Puedes pensar: "El trabajo A paga más que el trabajo B". Pero eso no necesariamente lo hace la mejor opción. Tal vez el trabajo B requiere menos horas semanales y el tiempo es más valioso para ti que el dinero.La charla TED “Cómo tomar decisiones difíciles” de la Dra. Ruth Chang, profesora de la Universidad de Rutgers, habla sobre este tema. En tan solo 15 minutos, la Dra. Chang explora la relación entre la razón y el valor, y cómo navegar la infinidad de pros y contras, mientras tomamos decisiones que dan forma a nuestras vidas.A continuación te compartimos las lecciones que aprendimos viendo esta charla:
Las decisiones difíciles no son siempre grandes decisiones. Decidir qué vas a desayunar, tacos o un licuado, puede ser tan difícil como decidir entre dos trabajos, especialmente si los tacos y el licuado te gustan igual.
Las decisiones difíciles generalmente se basan en valores y no pueden basarse en métricas meramente cuantitativas. Por ejemplo, cuando estás comparando dos números, solo hay tres opciones: mayor, menor o igual. Sin embargo, lo que nos interesa, lo que nos gusta, lo que amamos hacer, no se mide con ciencia.
Las decisiones difíciles son difíciles porque ninguna alternativa es mejor que otra. Es decir, no son iguales pero están al mismo nivel. Las alternativas están en el mismo radio en cuanto a valor y, al mismo tiempo, son muy distintas en tipo de valor.
Las decisiones difíciles son un regalo del cielo. Nos permiten colocarnos detrás de una posición que elegimos y moldear quién queremos ser. Cuando ya hemos valorado todos los elementos externos –el dinero que ganaré, el tiempo libre, los traslados- y no conseguimos elegir, creamos nuestras propias razones para hacer que una de las opciones tenga más peso que las otras.
Lanzar una moneda al aire es una forma muy fácil de tomar decisiones difíciles, pero en realidad, solo estarás cediendo el control de tu vida o negocio a la suerte. Siempre hay una opción para elegir. Piensa en tu objetivo, no sigas la ruta segura por temor al riesgo o a lo desconocido. Sé audaz y toma una decisión para determinar quién quieres ser y a dónde quieres ir.